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ONUDI busca contribuir al incremento de rendimientos en soya y arroz, rotando ambos cultivos e incorporando tecnologías digitales y protocolos agronómicos innovadores en proyecto piloto.
El cultivo de la soya o soja (Glycine max (L)) pertenece a la familia leguminosas con características propias que la diferencian del resto de los integrantes de dicha familia, y que se destaca por su alto contenido de proteína y alto valor nutritivo[1]. La importancia de la soya para la alimentación, reside en que es fuente de aceite comestible y concentrados proteicos. El consumo de soya en Venezuela, al igual que en el resto del mundo, se orienta, principalmente, para la producción de Alimentos Balanceados para Animales (ABA). Sin embargo, los consumidores venezolanos, también presentan preferencias por el consumo de aceite refinado de soya, el cual incluyen en la preparación de sus alimentos. Además, la soya como cultivo de rotación, con arroz y otros cultivos, es una fuente no contaminante y de bajo costo de nitrógeno para los suelos.
Debido a dichas características, la soya fue priorizada e incluida en el “Programa de Actualización y Modernización Industrial ONUDI-Venezuela”, firmado por la ONUDI y el gobierno de Venezuela en el año 2020. Este Programa busca contribuir con los esfuerzos del Estado venezolano para garantizar la seguridad alimentaria, fortalecer 5 cadenas de valor agroalimentarias (maíz, arroz, caña de azúcar, soya y otras leguminosas), y promover mejoras en las prácticas de procesamiento, entre otros objetivos.
Como conclusión de estudios previos de diagnóstico de las 5 cadenas de valor mencionadas, se determinó que, en Venezuela, la cadena de valor de la soya, ha visto limitado su potencial productivo, principalmente, por la poca experiencia que existe en el país en el desarrollo de este cultivo, por la baja disponibilidad de materias primas, y por la reducción significativa de la capacidad de financiamiento de la banca nacional, lo cual ha afectado de forma importante la producción final de alimentos. En la Figura 1, se presentan las principales restricciones y debilidades identificadas.
Figura 1: Restricciones y debilidades identificadas en la Cadena de Valor de la Soya
Fuente: ONUDI
En la producción primaria, la principal restricción son los bajos volúmenes de producción, que no logran satisfacer las necesidades de materia prima requerida por la agroindustria, ni siquiera los volúmenes mínimos para cumplir con los límites técnicos, necesarios para poner en operación las plantas de procesamiento.
Las debilidades identificadas, que presentan los productores para superar esta restricción son: a) Bajos rendimientos, al no adoptar adecuados protocolos de manejo agronómico; b) Baja disponibilidad de implementos y maquinarias agrícolas, muchas en desuso por obsolescencia, requiriendo de repuestos y actualización tecnológica; c) Baja disponibilidad de financiamiento, por una progresiva reducción de la cartera agrícola venezolana, que era la principal fuente de financiamiento, afectando los niveles de producción del sector agrícola.
Por otra parte, la producción de arroz, viene presentando reducciones en sus rendimientos a consecuencia del agotamiento de los suelos, producto de las continuas extracciones de nutrientes durante los procesos productivos, sin la adecuada reposición cuando se fertiliza, así como a la presencia de malezas, plagas, enfermedades, entre otros, que se profundiza con el mono cultivo: Arroz/Arroz. En este caso la principal recomendación es realizar la rotación de este cultivo con la soya, para aprovechar la capacidad de fijación de nitrógeno de esta leguminosa, restituir los suelos e incrementar los rendimientos.
Se estima que, de aproximadamente 60.000 hectáreas de arroz, existentes en el país en el año 2020, 20% están aptas para ser rotadas con soya, lo que indica un potencial de 12.000 hectáreas de superficie de siembra de soya como cultivo de rotación con arroz.
En este sentido, la ONUDI diseñó un proyecto piloto donde se plantea la incorporación de la soya como herramienta de manejo y de diversificación agrícola, lo que contribuye con el incremento de la superficie de siembra de la soya y la sostenibilidad del negocio arrocero, necesaria para aumentar la disponibilidad de materias primas requeridas por la agroindustria, para la producción de alimentos.
Para este proyecto piloto la ONUDI cuenta con la asesoría de un especialista en soya con experiencia internacional en el cultivo de soya en Brasil y que ha trabajado con el Fondo Latinoamericano para el Arroz de Riego (FLAR), quien será garante del “know how” a implementar, para el logro de los beneficios asociados a la rotación de arroz con soya. También cuenta con un especialista nacional en soya con amplia experiencia en el cultivo de esta leguminosa y la producción de su semilla.
Se propone sembrar cada cultivo en donde las condiciones agroclimatológicas sean la más adecuadas. En el caso del arroz, se propone iniciar la siembra en el mes de diciembre cuando comienza la temporada seca (verano), se aprovecha una mayor radiación solar, y la demanda hídrica se suministra con riego. La soya se pudiera sembrar en diferentes épocas: a inicios de lluvias (invierno), entre los meses de abril y mayo o hasta inicios de junio, sin embargo, la cosecha seria riesgosa por efecto de lluvias extemporáneas. Uno de los objetivos de este proyecto piloto será corroborar las condiciones y resultados en las distintas épocas de siembra. En este caso, los especialistas en soya, nacional e internacional de la ONUDI, determinarán la mejor ventana o ventanas de siembra, al interpretar los resultados de los ensayos evaluados y correlacionar la data obtenida en campo con los eventos climatológicos ocurridos durante el ciclo de siembra-cosecha, en los distintos lotes.
De esta manera, se hará un uso más eficiente de la superficie de siembra, al aprovechar los dos ciclos de siembra, seco y lluvioso, al mismo tiempo que se podrá iniciar el proceso de recuperación de los suelos, dado los beneficios de la rotación con soya.
Como beneficiarios y colaboradores de este proyecto piloto, se seleccionaron 4 productores primarios de arroz, tres (3) de ellos ubicados en el estado Portuguesa y uno (1) en el estado Cojedes, para evaluar prácticas de manejo agronómico, orientadas a incrementar los rendimientos y solventar los problemas que se han generado con el mono cultivo del arroz, atendiendo criterios definidos por los especialistas. Los productores seleccionados, forman parte del equipo de agricultores asociados a FUNDARROZ.
Asimismo, ONUDI incorpora en este proyecto el uso de tecnologías digitales para la implementación de prácticas agrícolas de mayor precisión. En este sentido, el proyecto incluye la adquisición e instalación de cuatro (4) estaciones meteorológicas, que se utilizarán para disponer de datos climatológicos, pronósticos, alertas del estado del tiempo y del clima de manera estratégica. Asimismo, se aplicarán estudios de suelo, uso de imágenes satelitales de las parcelas, y registros de las parcelas en SIG, todo lo cual debe redundar en un mayor conocimiento de las condiciones agroecológicas para la producción agrícola, un mejor seguimiento del manejo agrícola y una optimización en la aplicación de insumos agrícolas. Por otra parte, se hará uso de drones aspersores para la aplicación de insumos fitosanitarios y fertilizantes. Todas estas herramientas tecnológicas, contribuirán al manejo agronómico adecuado, innovador y de precisión, que plantea la ONUDI y que le permitirán a los especialistas y a los productores hacer predicciones y tomar las mejores decisiones en la gestión de los cultivos.
Al igual que todos los proyectos piloto que forman parte del Programa de Actualización y Modernización Industrial ONUDI-Venezuela, se contempla el fortalecimiento de capacidades mediante acciones de formación incluidas en el Programa de Desarrollo de Capacidades de ONUDI. Asimismo, junto con la participación de FUNDARROZ y FONDESOYA como colaboradores aliados, se busca crear parcelas demostrativas para que otros productores conozcan la experiencia y los resultados del proyecto y se sumen a la iniciativa de rotación del cultivo de arroz con la soya, con el uso de las tecnologías agronómicas de precisión para mejorar los rendimientos en estos rubros, no solo en el estado Portuguesa, sino también en las distintas zonas de producción agrícola de Venezuela.
[1] Desactivación de la soja entera y su uso en la alimentación porcina. Revisión. Autores: Charly J Farfán-López y Vasco De Basilio. Artículo de Revista. Mundo Pecuario, X, Nº 3. Saber ULA. Año 2014. Páginas 99-110.
Comentarios
Excelente, seria ideal establecer una geodata de unidades de suelos, lotes, definir secciones o lotes de riego, escenarios bajo cambio climático, y si es posible un balance hidrico geoespacial, además de establecer los requerimientos de agua para riego bajo cambio climático.